"Cantando estrellas: el secreto de las ranas"

Cuenta una vieja historia maya que, en tiempos antiguos, los dioses miraron el cielo lleno de estrellas y se preguntaron cuántas había. Para resolver el misterio, encomendaron a las ranas y sapos una tarea imposible: contar cada estrella del firmamento.

Saltando entre constelaciones, los anuros comenzaron a contar… pero el cielo era infinito, y cada noche traía nuevas luces. Desde entonces, las ranas cantan al anochecer, intentando completar su misión, aunque cada noche deben comenzar de nuevo.

Se dice que, cuando llegan las primeras lluvias, las ranas caen del cielo junto con las gotas, trayendo vida a charcos y estanques. Su canto anuncia el renacimiento del agua y la tierra, marcando un momento sagrado en el calendario largo maya, donde astros, clima y vida se entrelazan en un mismo ritmo cósmico. También se decía que si se encontraba una rana o sapo en la casa era indicio de mala suerte y eventos desastrosos como enfermedades, incluso para hacer un mal, con depositar uno de estos animales en un lugar bastaba, eso decían algunos, pero en otras cosmovisiones y culturas son símbolo

de abundancia, buena suerte,

y buena racha.